Camp Mákemáke: Recolectando Arándanos Orgánicos y Haciendo la Pie Perfecta
- colerj
- 31 oct
- 2 Min. de lectura


En Camp Mákemáke, el verano es mucho más que juegos y manualidades: se trata de conectarse con la naturaleza, trabajar en equipo y crear algo delicioso con tus propias manos. Una de las experiencias más mágicas de la temporada es nuestra aventura con arándanos orgánicos, un recorrido de dos días que celebra la comida, el trabajo en equipo y el ecosistema que nos rodea.
Atardecer en los Huertos de Arándanos
Cuando el sol comienza a caer, los campistas se adentran en nuestros huertos orgánicos de arándanos, cestos en mano, rodeados por luz dorada. Los huertos vibran con vida: abejas zumbando entre las flores, mariposas flotando y aves cantando, recordando cómo cada parte del ecosistema prospera en conjunto.
Estos no son cualquier arándano: son algunos de los más dulces, jugosos y sabrosos de Chile, cultivados de manera orgánica por nuestro agricultor Alberto. Sin químicos, solo suelo fértil y cuidado constante, produciendo frutos que saben a verano en cada bocado. Recolectarlos al atardecer es pacífico y mágico, y conecta a los niños con la tierra y los alimentos que van a disfrutar.
El Concurso de Pies de Arándano
Al día siguiente, la diversión continúa en la cocina con nuestro Concurso de Pies de Arándano. Los campistas trabajan en equipos, haciendo sus pies completamente desde cero: estirando la masa, rellenándola con los arándanos que recolectaron y creando sus propios diseños. Es creatividad, colaboración y alegría en acción, mientras se animan unos a otros y aprenden a combinar sabores, texturas y técnicas.
Cuando los pies están doraditos y listos, los campistas los disfrutan calientes, acompañados de crema o helado de vainilla. La experiencia no se trata solo del sabor, sino del orgullo de crear algo desde el inicio hasta el final junto a tus amigos.
Aprendiendo del Agricultor
Alberto enseña a los campistas sobre prácticas orgánicas y sostenibilidad, mostrando cómo la granja sostiene un ecosistema saludable: desde suelo fértil hasta polinizadores, pasando por conservación de agua y protección de la fauna. Los niños se van comprendiendo que cuidar la naturaleza beneficia a todos, y que incluso las manos pequeñas pueden marcar una gran diferencia.
Un Recuerdo de Verano que Dura
Desde la calma de los huertos al atardecer hasta los aromas, risas y trabajo en equipo en la cocina al día siguiente, la experiencia con arándanos es inolvidable. Camp Mákemáke es un lugar donde comida, naturaleza, creatividad y comunidad se unen, dejando a los campistas con recuerdos de arándanos al sol, pies calientes y la alegría de crear algo increíble juntos.
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